Toledo a 22 de marzo de 2019.
Querida Familia Marista del Colegio Santa María de Toledo:
El elemento unificador de este tercer domingo de Cuaresma es comprensivo por una parte del «anhelo de Dios que existe en el corazón del hombre» y por otra parte el amor salvífico de Dios que sale a su encuentro. La prueba más elocuente y hermosa del amor de Dios es que nos amó cuando todavía éramos pecadores (2L), cuando nos habíamos despeñado y alejado del redil. En la primera lectura se muestra la rebelión del pueblo contra Moisés al experimentar la sed asfixiante del desierto. Ponen a prueba a Dios y lo emplazan para que diga si efectivamente está o no, con ellos. Las pruebas tan claras de su poder en favor de los israelitas se olvidan ante la angustia de la sed del desierto. El Señor, sin embargo, sale a su paso y hace fluir de la roca corrientes de agua (1L). En el evangelio de San Juan es Jesús quien experimenta la sed de la fatiga y del peso del día, pero es la samaritana la que tiene el deseo y la nostalgia de Dios. Cristo que padece sed da de beber a la samaritana un agua que se convierte para ella en fuente de agua viva. Cristo se le revela como el Mesías que debe salvar al mundo (EV).
La sed del hombre y la voluntad salvífica de Dios.El pueblo de Israel se siente agobiado por la sed del desierto. No comprende cómo el Señor, que lo hizo salir de Egipto con mano poderosa, lo encamina al desierto para hacerlo perecer en él. Se encara con Moisés y ponen a prueba al Señor. Moisés, el liberador de Egipto, recibe instrucciones precisas de parte del Señor: «preséntate al pueblo, lleva contigo los ancianos, toma el cayado golpea la roca y yo estaré allí». Y de la roca brotó el agua que apagaría la sed de los israelitas. A pesar de que éste es un pueblo de dura cerviz, el Señor no lo abandona: «yo estaré allí». Incluso cuando no sean dignos de mi amor y mi cuidado, «yo estaré allí». Sabe que más allá de esa sed material hay una sed espiritual mucho más profunda y dolorosa. Ahora el verdadero Moisés es Cristo, liberador del pecado y de la muerte, que se ofrece en rescate del mundo. Es Él quien intercede por nosotros ante el Padre. Es Él quien nos amó cuando éramos impíos y pecadores. Jesús sale al encuentro de la Samaritana y le hace presente que tiene sed, sin embargo, la mujer no comprende cómo un judío pide de beber a una mujer samaritana. El amor de Jesús y su habilidad pedagógica conducen a aquella mujer al reconocimiento de su necesidad y de su nostalgia de Dios. En las palabras de Jesús ella encuentra que hay alguien que la conoce, la ama y desea su bien sobrenatural y eterno; alguien que no la abandona y que le ofrece la vida eterna. Iluminada interiormente y saciada por este agua de Cristo, la Samaritana se convierte en apóstol entusiasta del evangelio entre los suyos. Quien ha experimentado a Dios no puede quedar quieto, siente la imperiosa necesidad de anunciarlo.
“Tanto amó Dios al mundo que le envió a su unigénito”(Jn 3,16). ¡Qué valor debe tener la persona humana a los ojos de Dios para que el Padre haya enviado al Hijo para rescatarle. El hombre es precioso a los ojos de Dios. La experiencia del Éxodo es aleccionadora. A pesar de que los israelitas han visto grandes prodigios, han visto cómo la mano poderosa de Dios los libraba de la esclavitud de Egipto y los hacía caminar por el fondo del mar Rojo, ellos dejan caer su confianza en Dios en tiempos de dificultad. Aquella pregunta del pueblo sigue siendo una gran tentación: «¿Está Dios con nosotros sí o no? Cuando la sombra de la cruz se alarga sobre nuestras vidas, el hombre se encuentra con Dios y lo interpela ¿Por qué, Señor, este dolor, esta enfermedad, esta guerra, esta falta de sentido, esta pérdida de fuerzas para vivir, este mal que nos rodea? ¿Estás con nosotros sí o no? Fue la misma tentación del pueblo en el desierto. Pero Dios revela su continua voluntad de salvar y, aunque el pueblo lo rechazó en varias ocasiones, Él no viene a menos en su promesa: lo cuida, lo protege y lo conduce a la tierra de promisión. Si en tiempo de Moisés bastaba que éste intercediera para que el Señor saliera en favor de su pueblo, ¿qué podremos decir en la Nueva Alianza que Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, ha establecido? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? (Rom 8,32) Dios nos amó cuando éramos pecadores. Dios salió a nuestro encuentro en el Pozo de Jacob para darnos el agua viva. Dios está siempre haciéndonos presente su voluntad salvífica porque no quiere que ninguno se pierda. Él es el agua viva.
La esperanza si la voluntad salvífica de Dios no cede ante ningún obstáculo, la actitud que conviene al creyente, no obstante las obscuridades y la sed del camino, es la de la esperanza. La esperanza que no defrauda porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones. La situación propia del cristiano es la de la esperanza: de un lado tiene ya la reconciliación con Dios, pero por otro, no ha superado todavía todas las alienaciones del camino, especialmente la muerte se le presenta como un enigma. «Ya, pero todavía no» y por ello se exige la esperanza. Romano Guardini, después de una larga enfermedad concluía: «He reflexionado para ver si se pudiese encontrar una palabra con la que exprimir la actitud humana justa ante la vida y no he encontrado mas que una sola: Esperanza-Confianza. Confianza ¿en qué? ¿En la vida? ¿En el orden de la existencia? Creo que toda abstracción sería equivocada. Más bien es confianza en aquel que ha creado el mundo, lo dirige, lo gobierna en un sentido supremo. El elemento decisivo es la benevolencia de Dios que es radicalmente bueno en relación con nosotros… Fiarse de Dios es la única solución para subsistir».
El próximo lunes día 25 de marzo se celebrará en nuestro cole LA Anunciación del Señor, un día de celebración que comenzará a primera hora de la mañana con una Eucaristía y seguirá con actividades en todas las etapas y en la tarde tendrá lugar el esperado Vals de 1º de Bachillerato para al día siguiente los protagonistas del vals emprender su viaje de fin de curso a Roma. Os deseamos feliz viaje!
Queremos felicitar desde aquí al ponente D. Andrés Salgado Müller (psicólogo y orientador), que un año más ha sabido dar respuesta con la charla organizada por Pastoral Familiar titulada “La educación emocional en las distintas etapas evolutivas” a todas las inquietudes que nos surgen en el día a día en la bella y difícil tarea de ser padres. Muchísimas felicidades por tan brillante y enriquecedora charla!
Los próximos días 25 a 29 de marzo de 11 a 14 y de 17 a 20 horas tendrá lugar el Mercadillo Solidario (moda y complementos) a beneficio de RED MADRE con la colaboración de Mensajeros de la Paz en el Restaurante Venta de Aires. Es una oportunidad para apoyar la labor que desde la Asociación Red Madre realizan cada día en la importante tarea de acompañar y prestar asistencia a mujeres embarazadas o madres con pocos recursos. (Adjuntamos info).
Felicitamos a la organización de LA MARCHA SOLIDARIA que una edición más ha contado con una alta participación de toda la Comunidad Educativa. Muchísimas gracias a todos los participantes por su contribución al proyecto solidario de este año.
¡Feliz fin de semana!
Muchas gracias.
A vuestra disposición siempre en ampa@ampamaristastoledo.es y www.ampamaristastoledo.es
Que San Marcelino y nuestra buena Madre nos guíen durante el curso.
Afectuosamente, AMPA MARISTAS TOLEDO